Cinco decisiones esenciales al elegir suelo de madera

1. Elegir material para tu suelo de madera

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   Como siempre, la primera decisión a que nos enfrentamos es elegir el tipo de madera que queremos para nuestro hogar. ¿Las hay de mayor y menor calidad? Obvio, pero lo esencial es que optes por la que más conviene a tus necesidades y presupuesto. Entre las maderas europeas destacan el abedul, arce, castaño, cerezo, eucalipto blanco, fresno, haya, nogal, olivo o roble. En maderas tropicales, las mejores son el cumarú, iroko, jatoba, ipé, merbau y teca. Como ves, todo un universo de posibilidades al que debemos añadir el pino: una opción muy popular y económica. En todo caso, cada madera tiene sus ventajas e inconvenientes: Unas son más duras, otras más flexibles, unas toleran mejor la luz, otras soportan óptimamente la humedad... Déjate asesorar por tu carpintero antes de tomar una decisión.

2. ¿Parquet o tarima flotante?

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   La siguiente pregunta a que nos enfrentamos es: ¿parquet o tarima flotante? Aunque en apariencia similares, existen diferencias notables entre ambos. Para empezar, el parquet es propiamente un suelo que se instala tras quitar el pavimento de la casa y que, además, se adhiere al piso. La tarima flotante, en cambio, como su nombre sugiere, no va sujeta, sino que se coloca sobre el suelo y es, por tanto, más fácil de quitar.

3. ¿Bonito o resistente?

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   El parquet suele componerse de un mismo tipo de madera, mientras que la tarima, aunque también puede ser de madera maciza, se combina a veces con materiales en general más económicos. El parquet es delicado y requiere cuidados. La tarima es una solución más “sufrida” y resistente. Por último, la tarima es mucho más económica que el parquet, que presenta precios sensiblemente más elevados por metro cuadrado.

4. ¿Qué uso va a recibir?

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   ¿Estás pensando en un suelo de madera para un salón, un pasillo, un dormitorio? ¿Va a ser un lugar poco o muy transitado? La tarima es mejor opción para lugares con mucho movimiento como pasillos o recibidores. El parquet, aunque puede ser lijado y barnizado cuantas veces se necesite, no deja de ser delicado y requiere más atención. La tarima flotante, por norma general, no se puede barnizar. Cuando una pieza se desgasta debe ser cambiada.

5. Mantenimiento del suelo de madera

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   Como todo lo bonito, los suelos de madera requieren un mantenimiento atento, a menudo diario. Con pasar la mopa una vez al día debería bastar. Luego debes evitar productos abrasivos o ceras. Para eliminar manchas, lo mejor son jabones neutros u otros productos especializados a tu disposición en el mercado. Asegúrate que tu suelo de madera no recibe los rayos directos del sol. En periodos muy calurosos y secos, te recomendamos pasar la fregona cada tres o cuatro días.

Fuente imágenes: Pinterest